martes, 28 de julio de 2015

Por ti


- Sí, cielo, no me olvidaré de comprar el repollo.
- Espero que sea así, a veces no se dónde tienes la cabeza
- Bueno, yo tampoco
- Pues venga, no pierdas más tiempo, ya seguirás leyendo más tarde y no hagas tanto ruido, hijo, que no entiendo nada de lo que dicen en la tertulia.
- Vale, vale

Encaminó sus pasos apesadumbrados hacia el supermercado. Siempre la misma rutina, levantarse-oficina-comer-supermercado-dormir y vuelta a girar en la rueda. Qué lejos quedaban los tiempos en que cada día era un nuevo reto y cada día tenía nuevos sueños tras los que ir. Sin embargo, ahora que lo pensaba, no hacía tanto de aquello, unos años, ni siquiera llegarían a cinco. Por qué se había dejado domesticar de aquella manera por la vida? Él era un rebelde, de siempre, desde niño, y ahora sencillamente se sentía como una cobaya.

La gente pasaba apresurada a su lado en una y otra dirección, sin mirarle siquiera, sin mirar a ninguna parte, como autómatas, como él mismo, en definitiva. La mayoría pasamos por la vida sin dejar huella en los libros de historia, tan sólo en los corazones de algunas pocas personas y para eso sólo durante un tiempo, hasta que esas personas también desaparecen y entonces nos convertimos solamente en fotos, unas más entre miles, en un disco duro de cualquier ordenador, que algún día formatearán o usarán como chatarra. Por lo menos antes quedábamos al amparo de los álbumes, prestos y dispuestos ante cualquiera que se decidiese a abrirlos, pero quién coño va a ponerse a bucear en las anodinas carpetas de un viejo pc? Argggg asco de tecnología, a dónde vamos a llegar? Hombres de acero, cables y electrones, eso es a hacia donde vamos, bufff.

Entró en el supermercado, se sabía de memoria los pasillos y las cajeras saludaban con un vago gesto de la cabeza y un desabrido hola al habitual cliente. Primero todo de frente, luego a la derecha yen  las cajas del medio los repollos. Puñeteros.

- Cuánto es?
- Te lo sabes de memoria, guapo - contestó la cajera con un tono de guasa nada disimulado. La confianza da asco, dicen, y que razón tienen.
- Bueno, es que los repollos no suben?
- Los repollos no...- otra risa desatada en complicidad con su compañera
- Pero que os pasa hoy? Os han subido el sueldo?
- No caerá esa breva, guapo, pero si no nos reimos se nos cae la tienda encima.
- Ya veo - se quedó unos segundos ensimismado, como si de repente le hubiera atravesado un rayo
- Bueno, y a ti que te pasa ahora? No te habrás mosqueado, no?
- Ejem...no...estaba pensando que quizás...
- Si?
- Bueno, pues que quizás nos podríamos comer este repollo juntos, esta noche?
- Pero oiga!! Será grosero! Manuela, llama inmediatemente al encargado, lo que tiene que aguantar una!
- Perdón, no era mi intención faltarle al respeto, pero creo que usted se me estaba insinuando descaradamente...
- Cómo??? Pero tendrá morro el depravado este!!

En ese momento llegó el encargado y con la colaboración de las cajeras pusieron al cliente de patitas en la calle y repollo en mano.

- Y no vuelva a aparecer por aquí, degenerado! Pero será posible, una ya no está segura en ningún lado, es increíble.
- Di que sí, Ramona, que mundo este, dónde vamos a parar?

Al llegar a casa, su mujer lo estaba esperando, le dijo que dejara el repollo en la cocina y que no le molestase ahora, que la serie de la tele estaba en lo mejor. Se retiró pues a su habitación pensativo y cabizbajo. La rueda ya giraba y era hora de que se metiese en ella para segur con su vida, la que le había tocado. Había intentado cambiar de rueda y por poco no se convierte en un hamster apaleado y pisoteado.


Ya son las tres y este sin aparecer, pero dónde demonios se habrá metido, pensaba la mujer. A ver si viene pronto, no sea que en el super se queden sin repollos. Pero las horas siguieron pasando y él no aparecía. Decidió llamar a la oficina y allí le informaron que su marido había ido a trabajar como cualquier otro día y se había ido a la hora de siempre, si bien les había llamado la atención un comentario que hizo respecto a los repollos, algo así como que tenía que hacerse con los repollos, no le entendieron una palabra pero no tuvieron tiempo de preguntarle pues ya se había evaporado como humo por una ventana abierta.

- No se preocupe, señora. En estos casos conviene mantener la calma. De nada vale perder los nervios. Dice usted que la relación entre ustedes era buena, sin fusuras, no es así? Por favor, responda con absoluta sinceridad, el rumbo de la investigación puede depender de ello.
- Por supuesto, teníamos una relación estupenda. El siempre compraba los repollos sin rechistar.
- Perdón?
- Eh? Quiero decir, que sí, que nunca discutíamos ni nada de eso.
- Bien, por tanto queda descartado el lío de faldas. Siento decirle esto, pero lo más probable es que su marido haya sido objeto de un secuestro o bien haya sufrido un accidente. Empezaremos por preguntar y buscar pistas por todo el barrio y los lugares que solía frecuentar su marido.
- Sí, a donde más iba era al supermercado
-Perdón?
- Sí, quiero decir, que iba casi a diario, le encantaba
- Joder...
- No se extrañe, era su pasatiempo favorito, le encantaban los repollos.
- Joder...ejem, bien, nos mantendremos en contacto. En cuanto tengamos alguna pista le llamaremos, mientras tanto mantenga la calma y no abra la puerta a nadie que no se idenfique con nombre y apellidos, entendido?
- Claro, agente

Pasaron los días pero los esfuerzos de la policía eran en vano y la investigación no avanzaba, mientras en el supermercado se acumulaban los repollos. Sin embargo, unas semanas después, estando la mujer en casa, deprimida y llorosa, escuchó por la radio en el boletín de noticias algo que la dejó desconcertada y pensativa: "...y para terminar este boletín, un hecho curioso que nos llega desde París, esta mañana de madrugada la gendarmería francesa ha informado de un acto de vandalismo ocurrido en el conocido cementerio parisino de Père-Lachaise. Al parecer, el cementerio ha amanecido invadido de repollos, muchas flores habían sido arrancadas y en su lugar se habían plantado cientos de repollos. Se especula con una banda organizada pues el trabajo es ingente y requeriría de la participación de varias personas. Sin embargo,   una inscripición en la tumba de Jim Morrison hecha con lápiz de labios rojo intenso  hace sospechar a las autoridades francesas de la implicación de grupos radicales de origen hispano. La inscripción decía textualmente: te va a comprar los repollos tu put....Las autoridades han acordonado la zona y se espera...."

El elegido


Riiiinnnng riiiinnnng... El teléfono martilleaba su cerebro sin piedad, como si le importase un bledo la resaca que amenazaba con destrozar su cabeza. No tuvo más que medio que contestar para poner fin al martirio, con una voz pastosa, de ultratumba.

-Si?

- Sr. Jonh Carter? – era un voz de hombre, metálica, sin inflexiones, fría.

- Sí, qué quiere? – preguntó molesto

- Le llamo del Departamento de Investigaciones Científicas de las Naciones Unidas.

- Cómo?

- Ha sido seleccionado usted para el programa de inseminación astrológica – continuó la voz, sin inmutarse por su tono de incredulidad – Tenemos por costumbre dirigirnos personalmente a nuestros candidatos, pero la prioridad y urgencia del caso exigen la máxima discrección.

- Mire, no se quién coño es usted ni me importa. Es lunes y tengo una resaca de tres pares de narices, así que déjese de bromas y llame a otro primo.

- No se trata de ninguna broma, usted ha sido escogido entre millones de personas para asegurar la perpetuidad de la especie humana.

- Oiga, ya está bien de sandeces…

- Permítame que le explique. Un asteroide colisionó con nuestro planeta hace 35 días. De alguna forma, esa roca llevaba en sí misma el germen de un terrible virus que puede acabar con la especie humana, pues no se conoce cura y su transmisión se produce mediante el simple contacto, como dar una palmadita en la espalda, me entiende?

- Oiga, creo que ya…

- Si no me cree sólo tiene que ver las noticias, señor Carter. Verdad que está al tanto de la epidemia de gripe en la India? No se trata de la gripe, es esa cosa que ha aterrizado en nuestro planeta. Posiblemente no nos quede más de un mes, dos a lo sumo, como especie. Y sólo unas pocas decenas de personas en el planeta cumplen con los requisitos físicos e inmunológicos para ser lanzadas al espacio y tratar de perpetuar la raza humana.

- Bueno, señor ONU, ya no aguanto más esta coña, no sé a qué viene ni me importa, sabe que le digo? Que le den por...!

Al otro lado del auricular se oyó el clic seguido del tono de línea sin conexión, había colgado. Mejor así, menudo cretino, la ONU!, desde luego la gente está como una regadera. 

Los días pasaron y John Carter se infundió ánimos para empezar la búsqueda de un nuevo trabajo. Había trabajos, sí, muchos, pero no lo que a él le apetecía hacer. Él era un informático de primer nivel, no tenía madera de camarero o de cajero de supermercado. Pero su carácter irascible le había cerrado muchas puertas y, por supuesto, había otros expertos en programación, aunque no estaban a su nivel, pero eso les daba igual al jefe cuando les llamabas a la cara chupacabras capitalista de los cojones.

Entró en una cafetería y pidió un café con leche y un donuts. No había nadie en el bar salvo aquel individuo de gafas de sol, walkman  y chándal azul celeste. Tenía la impresión de haberlo visto antes, esa misma mañana, quizás al salir de casa. Se puso a ojear el periódico mientras esperaba por su desayuno. Las guerras, la crisis económica, los locos que se cargan a un montón de gente con un arma en el sitio más insospechado de cualquier ciudad y… la gripe india. Todavía seguía en activo y parecía que se iba extendiendo. Según decían los medios de comunicación, habían aparecido nuevos focos, inlcuso en puntos muy lejanos como Australia o Europa. Las víctimas se contaban por miles y las autoridades internacionales estaban tomando medidas para evitar el contagio, estableciendo controles en los aeropuertos e incluso en las aduanas. Adios a la libre circulación de turistas y tiburones de negocios. El mundo estaba cambiando, no cabía duda, pero en qué dirección? Entonces recordó la llamada que había recibido la semana pasada… Noooo, era imposible, aquel tipo era un farsante. Llegó su café y al levantar la vista se fijó en que el deportista matutino le observaba fijamente. Estuvo tentado de decirle cuatro frescas, pero tenía que empezar desde ya a controlar su carácter, o se iba a quedar para vestir santos. Su novia lo había dejado, harta de sus prontos y mal humor, su jefe lo había echado a la calle y su familia estaba hasta las pelotas de él. Así que era hora de cambiar o mandarlo todo a la porra.

Salió de la cafetería y se agachó como para atarse los zapatos. El hombre del chándal también había salido de la cafetería. Aceleró el paso, pero el otro parecía hacer lo mismo, ya empezaba a estar cansado de esa situación, así que giró inesperadamente en un callejón estrecho y maloliente, agazapándose tras un contenedor. Esperó durante unos segundos que se le hicieron eternos, la respiración contenida, y entonces se escuchó el eco de unos pasos en el callejón, lentos y espaciados, como si alguién estuviese estudiando el entorno. Miró a su alrededor con el pulso acelerado, buscando algo que le pudiera servir a modo de defensa. La basura se almacenaba a su aldedor, papeles, cartones, bolsas de basura y en medio de todo ese tinglado una barra de hierro. Justo lo que necesitaba. La asió con fuerza y esperó angustiado el momento de asestar el golpe, ni siquiera se había parado a contemplar la posibilidad de salir e interrogar a su perseguidor, estaba claro que algo raro estaba pasando y no se iba a poner a hacer preguntas en un momento así. Como en las películas del oeste, primero dispara y luego habla.

Los pasos se oían cada vez más cercanos, era cuestión de segundos, tensó todos los músculos de su cuerpo, dispuesto a efectuar una descarga brutal, justo en el momento en que vió asomar la pernera del chándal color azul que le había estado persiguiendo desde que saliera de casa. Allá vamos, hizo un movimiento veloz, ascendente, al tiempo que desplazaba la barra hacia atrás y arqueaba su cuerpo para coger impulso, en ese momento quedó frente a frente de aquel sujeto, era cuestión de décimas de segundo. Y por un momento, infinitesimal, se sintió congelado, traspasado por una mirada, y aquello fue suficiente.


Estaba tieso, sobre algo frío pero al mismo tiempo extraño al tacto, no era una superficie sólida ni tampoco liquida, era como si una corriente de aire frío se deslizase continuamente a través de su cuerpo. Esa fue su primera sensanción, antes incluso de abrir los párpados. Qué había pasado? Su mente estaba confusa, como si llevase durmiendo mucho tiempo. Y entonces escuchó otra vez aquella voz del teléfono, hace unas cuantas semanas, el jodido tipo de la ONU.

- Se lo advertí, pero usted no quiso hacerme caso. Siento que hayamos tenido que recurrir a estos métodos tan expeditivos pero no nos quedaba otra alternativa. Ahora todo irá bien.

Abrió la boca para soltar un exabrupto pero su garganta no conseguía emitir sonido alguno, como si le hubiesen arrancado las cuerdas vocales.

- No se esfuerce, todavía está bajo los efectos del NH3. Ya veo que no tiene ni idea de que le estoy hablando.Está bien, relájase, nos queda un largo viaje por delante, así que trataré de explicarle algunas cosas. Espero que se sienta cómodo en nuestra, como le llaman ustedes?, cama?, bueno, supongo que será algo así, sí, una cama de iones. Haría furor en su mundo, estoy seguro, son ustedes tan rudimentarios, todavía durmiendo, perdiendo el tiempo mientras su organismo envejece sin remedio, y además lo hacen sobre esas cosas con alambres. Inexplicable. Eso por no hablar de cuando se enchufan entre ustedes, sencillamente repugante, antidiluviano. Pero eso va a cambiar, ya lo creo que sí...

La mirada extraviada de Carter demostraba a la vez incompresión y un pánico creciente. Su cerebro iba más lento de lo normal, sería el NH o la madre que los parió que le había inyectado, el caso es que no se encontraba nada bien y aquel tipo no le gustaba nada, absolutamente nada. Ya le había dado malas vibraciones desde que escuchara por primera vez su voz distante y sin inflexiones a través del hilo telefónico. Maldita sea! Dónde coño se había metido?

- Ya veo que es usted un mar de dudas, jeje. Permítame que le muestre un poco de luz a su primitivo cerebro. No hace falta que hable, además de que de momento no puede hacerlo, somos telepáticos, puedo leer su mente como un libro abierto, si, jeje, no ponga esa cara. Esto es sólo el principio de una apasionante aventura, terrícola prehistórico. Ahí abajo, cada vez más pequeño, queda su mundo. Destruído para siempre, despídase de él. Armas biológicas creo que las llaman ustedes. Por supuesto, mucho más avanzadas que sus ridículos virus y bacterias. Las nuestras son armas selectivas, según especie y según la dimensión temporal. Digamos que en el caso de su insignificante planeta hemos utilizado la máxima potencia. Absolutamente inevitable, por toda la eternidad. Usted es el último ser vivo de su especie, y de su mundo. No le mentía cuando se lo avisé a través del teléfono. Así que diga adios a...la Tierra y buenos días al universo, es usted el ELEGIDO.

La Cosa (I)

Las noticias ya no llegaban por medio de las ondas a esas latitudes, el gps seguía funcionando y eso le daba una tranquilidad, por lo menos no estaba sólo antes los elementos. Mantenía el motor al ralentí, ahorrando combustible en medio de la larga y densa espera. Podía aparecer por cualquier lado en la pantalla del gps, lejos o cerca, o podría no aparecer nunca, eso decían los incrédulos, y los científicos, éstos eran los peores.

Pero él, y sólo él,lo había visto aquella noche de otoño en el Mar de los Sargazos. Estaba de guardia, mientras los demás dormitaban o jugaban a las cartas. El mar totalmente en calma. Fue cuestión de segundos, pero había luna llena y su aguda vista le permitió observarlo en la línea del horizonte, clara e indiscutiblemente. Estaría situado a unas 10 millas, es decir, una distancia más que considerable, imposible de apreciar a simple vista, como le discutían todos los detractores. Pero es que lo que no querían entender es que precisamente ahí radicaba la fiabilidad y la credibilidad de su avistamiento. Como es posible apreciar nítidamente la figura de un ser, de este planeta o no, a varias millas de distancia? Simplemente porque las dimensiones del ser debían ser colosales, algo inconcebible.

Afortunadamente, siempre había algún loco dispuesto a financiar su aventura, más por la fama de loco que por la confianza en el éxito de la misión. Pura rutina de marketing, pero eso a él le daba lo mismo, le había permitido hacerse con un bote perfectamente equipado con las últimas tecnologías para la navegación propias de los tiempos actuales. También llevaba consigo un equipo completo de medios audiovisuales, seleccionado por su amigo que trabajaba en el canal de televisión local. Es más, se había pasado la mitad del trayecto estudiando los manuales de funcionamiento de todos esos dispositivos, que no había manejado en su vida. Cámaras nocturnas, acuáticas, infrarrojos para detectar el calor, captadores de ultrasonidos, lásers de detección instalados en todo el perímetro de la nave y con un alcance de una milla, el máximo en el mercado, que le habían costado una pasta a su promotor, una pasta y un cabreo monumental con él. Pero la publicidad lo valía y finalmente había extendido el cheque para los juguetitos del niño, como él los llamaba. Cierto es que la cena en la brasería y la noche repleta de cubatas, chupitos y chicas alocadas había ayudado lo suyo. Eran las ventajas de ser un hombre irresistible para el sexo contrario. Por el contrario, nunca había hecho fortuna, pero las mujeres se le acercaban igual , sin buscarlo siquiera. En fin, se decía, no se puede tener todo en la vida.


La pantalla verde fluorescente del radar seguía sin iluminar punto alguno, lisa como un pañuelo de seda. Quizás se hubiera equivocado de localización o su suposición fuese ridícula, no sería de extrañar. Al fin y al cabo por qué un animal, o lo que fuere, como ese debería quedarse anclado en el mismo sitio durante años? Con esas dimensiones es de presumir que pudiese dar la vuelta al mundo varias veces en el mismo día sin inmutarse. Realmente el mundo se le tenía que quedar pequeño, un Gozzila de dimensiones cósmicas. O quizás, por qué no?, se tratase de un engendro de otro planeta, de otra galaxia, de otro universo… Realmente, esa había sido la primera opción que había manejado en los minutos posteriores al avistamiento. No le cabía en la cabeza que pudiera existir algo así, ni al resto del mundo tampoco.

En fin, especulaciones y más especulaciones, quién sabe si al final todo no sería solamente el fruto de su imaginación o del vino que se había tomado aquella noche. Por supuesto, no faltaron los que le acusaron de falta de ideas, puesto que esa zona abarcaba el triángulo de las Bermudas y eso, decían, era rizar el rizo y tomarlos por tontos. Literatura barata y falta de ideas. Pero para que darle más vueltas? Le creyeran o no, él estaba allí, se pusieran como se pusieran. Además, pese a todo, algo en su interior le decía que tenía razón, que ahí lo había visto y ahí seguía. El radar, de momento, no confirmaba su intuición, pero él seguía creyendo, sobre todo en sí mismo.

domingo, 19 de julio de 2015

Gómez Noya segundo en Hamburgo


Gómez Noya terminó segundo en el Triatlón de Hamburgo. “Inesperadamente” el francés Vincent Luis le ganó en un final agónico al sprint, después de que ambos se dfistanciasen del resto de participantes prácticamente al pasar por la segunda transición.

Aunque Noya hizo una carrera prácticamente perfecta, saliendo como casi siempre entre los primeros en la prueba de natación y tirando en el grupo destacado en la parte de bicicleta. El francés Vincent es un tipo rocoso y con un físico brutal, ya habituado a pisar el cajón, pero nunca había conquistado el primer puesto y ciertamente que se lo ganó a pulso, porque el sprint final que se marcó con un cambio de ritmo espectacular se merecía la victoria.


En mi opinión, si bien Noya estuvo bien, quizás la carrera no le pillaba en su mejor momento después de un mal día en la pruueba europea de la semana anterior, con caída incluida, de la que salió lastimado en un pie. Y quizás fuese más pesadez o dudas mentales que físicas, y eso en una prueba de élite como esta se paga.

El tercer puesto fue para Mola. Lo de este chico es increíble, porque es un tipo que se podría decir bipolar, mal en la prueba de natación, siempre llega retrasado a la transición, pero excepcional corriendo. Ayer remontó 13 segundos corriendo a Vincent Luis y remontó posiciones, cuando partía en el segundo pelotón al acabar la última transición. Si fuese capaz de progresar en la prueba de natación sin duda estaríamos ante un candidato firme al título.

      Clasificación del Mundial 

Los hermanos Brownlee no participaron, Jonathan por lesión, ya dice adiós al campeonato, y Alistair por descarte voluntario de la prueba. Esto deja a nuestro campeón en una posición excepcional para revalidar su título, pero seguro que va a estar complicado hasta el final.

Por último, destacar en la prueba femenina a la americana Gwen Jorgensen, nada menos que lleva 11 victorias consecutivas en las series mundiales, algo inaudito. 

Por qué?

He aquí la respuesta a esa pregunta, por qué? Por qué un nuevo blog cuando ya tenía mi querido Quien Mueve los Hilos?

Bueno, la explicación es muy sencilla. Dentro de mi blog antiguo, que por supuesto no he abandonado, la sección dedicada al Metal había crecido mucho y de hecho es a la que dedico más tiempo, así que finalmente he decidido dejar el blog primigenio como una revista online sólo de Metal y este nuevo dedicarlo a todas las idas de olla que siempre necesito escribir, pues no sólo de Metal vive el Homo Metaliens.

Así que aquí seguiréis encontrando mis secciones de siempre, esas historias para no dormir, que me consta que el señor Chico Ibáñez Serrador esta considerando muy seriamente en llevar a la pequeña pantalla, así como mis derrapadas mentales sober economía, él desastroso mundo de la política, ciclismo, etc.

Bienvenidos a mi trastero.

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